La transformación digital como fenómeno mundial no solo ha cambiado la forma en que los negocios se comportan, comunican y muestran al público, sino que también ha renovado el paradigma del mercado internacional, contexto en el que grandes y pequeñas empresas han debido adaptarse a nuevas formas de competencia, y también a las exigencias de consumidores de todo el mundo.
En esa línea, las brechas geográficas y de desarrollo, que antes determinaban que un mercado local primara sobre otro, hoy con la digitalización parecen más difusas, y es que este proceso, además de otorgar mayor competitividad a las empresas, les da mayores oportunidades en un entorno que rema, rápidamente, hacia una economía digital.
Al respecto, Juan Merodio, experto en España, Latinoamérica y Canadá en Transformación Digital Management y Marketing, explica que la transformación digital tiene que ver con una adaptación a la realidad actual del mercado, “y el resultado es que el mercado es cada vez más digital, entonces las empresas debemos abrirnos hacia ese lado”, asegura.
Bajo ese contexto, acota el especialista, las empresas empiezan a explorar nuevas líneas de negocios que antes no tenían, y, al contar con la plataforma global de internet, son capaces no solo de vender en su país, sino que también externamente. “Eso hace que entren nuevos competidores en el juego, nuevos players que están compitiendo contigo como empresa”, indica.
Cabe mencionar que, incluso, en esa competencia entran empresas más pequeñas que ahora pueden ser parte de este mercado online, abriendo sus posibilidades a usuarios de todo el mundo.
El fenómeno anterior va de la mano con la diversidad de opciones que tienen hoy los consumidores o usuarios a nivel de mercado, “ya que ahora pueden comprar un producto en cualquier parte del mundo y le va a llegar”, señala Merodio.
En ese sentido, subraya que “tenemos que estar frente a más empresas y marcas para conseguir posicionarnos y que nuestro cliente encuentre el producto delante suyo y le encaje mejor que otros”.
En este nuevo escenario global, la transformación digital es un instrumento clave. De acuerdo al especialista, “el no ser digital hace que una empresa pierda competitividad”, y aunque esto no implica necesariamente que deje de vender, sí es una decisión que podría ser irremediable en el futuro. “Va a llegar un momento en que tendrás un ‘cuello de botella’, en que te ganen tus competidores y te echen fuera del panorama”, advierte.
Asimismo, Merodio alerta que en la actualidad se está en un “punto de no retorno” en el camino de la digitalización, por lo que si un negocio se suma al proceso muy tarde, “ya no se va a tener la opción de ser el ganador”, asevera.
En tanto, esta disminución de las brechas geográficas permite también que haya acceso a profesionales de todo el mundo, lo que, considera, a nivel empresarial es “muy bueno”.
En esa línea, explica que “se ha ampliado la oferta del talento profesional a nivel mundial, y las personas se han dado cuenta que, aunque alguien no esté sentado en la oficina, las cosas funcionan si se hacen bien”.
A su juicio, esta mayor variedad de talentos “es algo positivo”, aunque Merodio repara en que es todo un desafío para los profesionales, que hoy en día deben ser muchos más competentes para destacar en lo que él llama una “hipercompetitividad” a nivel mundial.